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A medida que Australia Occidental avanza hacia la eliminación gradual de la energía a carbón, un nuevo informe destaca la necesidad crítica de un despliegue a gran escala de sistemas de almacenamiento de energía de baterías de larga duración (BESS) junto con una importante expansión de la energía eólica y solar.
Según el Operador del Mercado Energético Australiano (AEMO), garantizar la fiabilidad y estabilidad del Sistema Interconectado del Suroeste (SWIS) requerirá una inversión sustancial en soluciones de almacenamiento de energía de seis horas. Esta recomendación surge en un momento en que la región se prepara para los cambios en los patrones de demanda eléctrica, la nueva generación de energía y el retiro planificado de infraestructura obsoleta.
La Declaración de Oportunidades de Electricidad 2025 de AEMO, publicada este mes, señala que SWIS es uno de los principales sistemas eléctricos más aislados geográficamente del mundo. Esta característica única lo hace especialmente vulnerable a los cambios en la tecnología energética, las fuentes de generación, los fenómenos meteorológicos extremos y el comportamiento de los usuarios.
En los últimos dos años, las olas de calor extremas han provocado picos sin precedentes en la demanda de electricidad debido al aumento de las necesidades de refrigeración, lo que ha llevado al sistema a alcanzar picos de demanda récord. Para afrontar este creciente desafío, se prevé la entrada en funcionamiento de más de 1000 MW de nueva capacidad de almacenamiento en baterías entre ahora y 2026-27. Este almacenamiento ayudará a suavizar las fluctuaciones rápidas en el consumo de electricidad y a absorber el exceso de generación solar durante el día, reduciendo así el riesgo de cortes de emergencia en baterías e instalaciones solares.
A pesar de este progreso, AEMO prevé un pequeño déficit de 50 MW en capacidad para el verano de 2025-26, aunque este es menos grave que los déficits proyectados en los últimos años. Mientras tanto, se prevé que cerca de 2000 MW de plantas de carbón y gas antiguas se retiren entre 2027 y 2032, lo que refuerza la urgencia de invertir más en almacenamiento de energía limpia.
Nicola Falcon, gerente general ejecutivo interino de AEMO para Australia Occidental, señaló que casi 500 MW de almacenamiento en baterías ya han entrado en funcionamiento en SWIS desde 2023. Se prevé que otros 728 MW de proyectos comprometidos estén en funcionamiento para 2025-26.
«La fuerte inversión en infraestructura de baterías en los últimos años ha ayudado a reducir los riesgos previstos para la confiabilidad del sistema», afirmó Falcon, destacando el papel fundamental que desempeñará el almacenamiento de energía en la transición de Australia Occidental hacia una red eléctrica más sostenible.
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