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Estados Unidos está a punto de revolucionar la tecnología avanzada de baterías basadas en litio capaz de impulsar vehículos eléctricos y reforzar el soporte de la red. Sin embargo, el camino para hacer realidad esta gran visión está plagado de enormes obstáculos en la cadena de suministro que deben superarse con destreza para establecer un floreciente sector de baterías domésticas.
En una ocasión reciente, más de 50 luminarias de los sectores público y privado se reunieron para diseñar estrategias innovadoras para cultivar líneas de suministro de baterías e infraestructuras de reciclaje seguras y sostenibles dentro de los EE. UU. Orquestada por la alianza dinámica Li-Bridge, la conferencia fue dirigido por el Laboratorio Nacional Argonne del Departamento de Energía de EE. UU. (DOE), en armonía con tres destacados consorcios industriales: NAATBatt International, New York Battery and Energy Storage Technology Consortium y New Energy Nexus.
Durante este estimulante diálogo, el grupo trazó las políticas y acciones más influyentes para garantizar un suministro constante de materiales para baterías a los fabricantes estadounidenses. Estas estrategias viables se han detallado meticulosamente en un informe reciente publicado por Li-Bridge.
“De cara al futuro inminente, los minerales de las baterías de iones de litio agotadas surgirán como un recurso estratégico fundamental”, afirmó Michael Berube, subsecretario adjunto para transporte y combustibles sostenibles del DOE. "Iniciar un enfoque colaborativo ahora mismo garantizará que nuestra floreciente industria de reciclaje de baterías domésticas esté preparada para recolectar, transportar, procesar y reciclar estas baterías para satisfacer nuestras necesidades".
El informe señaló un obstáculo notable: el reciclaje de baterías de litio es económicamente inviable ya que los costos de recolección, transporte y procesamiento superan el valor esencial inherente a los materiales. El informe aboga por un aumento de la inversión en I+D para descubrir métodos rentables para recuperar materiales y piezas de bajo valor, como medio para reforzar la economía del reciclaje.
El enfoque del informe se extendió hacia estrategias innovadoras para optimizar y reducir los gastos relacionados con la recolección, el almacenamiento, el transporte y el desmantelamiento de las baterías. A pesar de la naturaleza omnipresente de las baterías gastadas de teléfonos móviles, portátiles y otros productos electrónicos de consumo, su recogida sigue siendo esporádica. Se han propuesto incentivos financieros mejorados para persuadir a los consumidores a depositar sus dispositivos en los centros de recolección.
Muchas baterías gastadas y vehículos eléctricos fuera de servicio se envían al extranjero. El informe propone restricciones a las exportaciones como una herramienta potencial para mitigar esta salida o “fuga” del extranjero.
A raíz del triunfo del foro, Li-Bridge prevé albergar más iniciativas de colaboración de este tipo. Los temas clave de discusión pueden incluir la transparencia y la trazabilidad del flujo de material de las baterías a lo largo de las cadenas de suministro y al final de su ciclo de vida.
La financiación de Li-Bridge proviene de la Oficina de Eficiencia Energética y Energía Renovable, Oficina de Tecnologías de Vehículos del DOE.
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