La caída del precio de las baterías de iones de litio refleja las tendencias de la energía solar fotovoltaica: el caso de las baterías de segunda vida

2025-06-19
A medida que los costos de las baterías de iones de litio caen y los vehículos eléctricos dominan la demanda, las baterías de segunda vida surgen como una solución de almacenamiento clave, impulsadas por la política de la UE, los objetivos de la economía circular y los avances tecnológicos.

Los costos de las baterías de iones de litio están cayendo rápidamente, imitando la trayectoria de precios de la energía solar fotovoltaica. 


Dado que los vehículos eléctricos representan el 80 % de la demanda de 2023, estas baterías entrarán en los mercados de almacenamiento estacionario entre 5 y 8 años después. Los avances tecnológicos, las economías de escala y los cambios en la química impulsan este declive, en paralelo a la curva de reducción de costos de la energía fotovoltaica.


A medida que la energía fotovoltaica en tejados supera a la nuclear y a los combustibles fósiles, su intermitencia exige almacenamiento de energía. Las baterías de iones de litio ahora respaldan las implementaciones de sistemas de almacenamiento de energía (BESS) a gran escala, complementando la sobreconstrucción de la energía fotovoltaica y la hidroeléctrica de bombeo para reducir las restricciones. El gráfico a continuación muestra las reducciones de costos alineadas de los módulos fotovoltaicos de silicio y las baterías de iones de litio desde 2010.

 

Baterías de segunda vida y el pasaporte de baterías de la UE


Las baterías de vehículos eléctricos retiradas con capacidad restante ofrecen valor en el almacenamiento estacionario. Los factores clave incluyen políticas de economía circular, colaboración intersectorial y diagnósticos más rápidos: las startups ahora evalúan el estado de salud (SOH) de las baterías en minutos, en lugar de horas.


El Pasaporte de Baterías de la UE, obligatorio para baterías de vehículos eléctricos e industriales a partir de 2027, rastrea los datos del ciclo de vida mediante códigos QR. Incluye la composición, las especificaciones de desmontaje, el estado de salud (SOH) y el historial de uso para facilitar el reciclaje, la remanufactura y las aplicaciones de segunda vida.


Muchos prefieren reutilizar paquetes de baterías completos en lugar de desmontar módulos debido a los altos costos de mano de obra. Un proyecto en California lo demuestra, utilizando 900 baterías de vehículos eléctricos retiradas para un sistema de almacenamiento a escala de red de 53 MWh.

 

Desafíos del mercado


Si bien Asia y Europa cuentan con ecosistemas de segunda vida maduros, EE. UU. se queda atrás debido a la fragmentación de sus mercados. Una barrera clave: quienes compran baterías de primera vida esperan más del 50 % del valor original, mientras que quienes compran baterías de segunda vida solo pueden pagar entre el 10 % y el 20 %. Esto, sumado a la rápida obsolescencia tecnológica, obliga a las baterías viables a reciclarse prematuramente, lo que se ve agravado por las brechas de garantía y los costos de prueba.


Las baterías de segunda vida conectan el reciclaje con la eliminación, pero requieren políticas que penalicen el reciclaje prematuro. El Pasaporte de Baterías de la UE, la responsabilidad ampliada del productor (RAP) y las regulaciones de intercambio de datos pueden impulsar la circularidad. Los incentivos deben priorizar la reutilización sobre el reciclaje temprano para maximizar el valor.

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